lunes, 2 de marzo de 2009




Tiempos aquellos.

Mis pasos dejaron huella.

Ahora que vuelvo a sentir,

Cuerdas como extrañaron mi aliento,

Toda incertidumbre recaía,

De ser un viajero,

Dejo llevar sus letras con el tiempo

...Tiempos aquellos.

Donde no veía el límite

Aun siendo cortes en su momento

Me habia dejado llevar por el viento…

Donde estas amada mía, noche,

No estés celosa de ella,

Que también la tuviste en tu mantO


Esos hilos de sonidos

Han logrado unas letras y armonías,

Que ni en sus pasados habían cobrado vida

Ahora cantamos después de sentirnos uno…Ella con sus letras tinta negra
El con su armonía estructurada en su belleza.

miércoles, 18 de febrero de 2009


Empiezo a sentirme diferente, que rica sensación de hacer todo lo que se me venga al foco de la razón, esta página de mi vida me hace recordar la sublimidad emocional , esas orgias multifacéticas de personalidad, más que un recuerdo, ahora sobrio, he logrado mantenerme en la convicción que la substancia activa, fue un puente, una pantalla de un niño que solo tenía miedo a enamorarse de la vida.

jueves, 22 de enero de 2009

La mascara de madera


Respiraba a la muerte, esa noche espesa, habían contado la gargantas por doquier, y yo aquí escondido , entre el silencio impune de saber lo que había pasado, no quería ser otra víctima.
No entiendo cómo llego a ser real, horas antes tenía el calor de mi esposa y de mi hijo. Saque mi escopeta, dispare a cuantas sombras rodeaban mi hogar. Todo se torna turbio ver a esa gente por la ventana, parecían seguir a alguien, Lo único que me mantiene consiente en esto, es esta nota que dejo para que el mundo de afuera se entere de la atrocidad cometida. Como si alguien la arrebatara, como si fuese su alimento.
Lo vi de reojo, la gente que lo miraba de frente, se arrodillaba ante él, pidiéndole una especie de perdón, era más que eso, más que un llanto desesperado, pensé que el pecado había pasado de moda. Le dije a mi esposa y al niño que se escondieran al breve instante. El olor a sangre era intermitente, con la única recarga de balas que mi suegro me había dado en la boda.
No sabía nada de mi mujer ni de mi hijo, pudo haberme tragado como a esa gente, no le hice caso, como de costumbre, me levante, y salí a enfrentarlo. La bestia hecha hombre, caminaba por las calles, retando mi nombre…
Solo basto con respirarme para ubicarme, como si lo conociera de antes. Tenía una máscara de madera, su ropa teñida con la sangre inocente, por fin se la había quitado.
...
Tire mi escopeta, y el corto sus manos.
Estábamos de frente ante la nada, Se quito la máscara, y me vi de frente…

...Desperte junto a mi esposa e hijo, parecian no saber nada,

-¿Amor, porque sudas tanto? preguntò.
-No fue un sueño... le dije.
Aun me esta esperando...

.:.DR:LOVE.:.