jueves, 13 de noviembre de 2008


Aquí está mi desnudez ante la intemperie de la razón, ante todo lo prohibido de prohibir, con el tabaco nocturno porque estoy en trámites de divorcio con el toque mañanero que abre la puerta de la emoción de seguir vivo.
Estoy escondido del efecto retroactivo, de la expansión de mis sentidos, que al final del acto, cobra comer cinco veces al día.

Estoy jugando, apostando todo, todo por un instante.

Ya vienen Hendrix y Santana a las doce con sus solos, que hago? A que dedico esta la inmemorable necesidad, si una hembra recalco con coherencia mi conciencia.

Todo o nada.

Algo que no estaba en mi vocabulario, algo que era un insulto a la moral retorcida que daba diversión por tres horas a mi vida.

Ahora, que empiezo a caminar escribiendo. Esta sensación honesta de seguir en mis andadas de no pertenecerme…

Un segundo, me hizo saber que es mejor nada,
Nada que separe lo que estoy logrando,

Es una vida, que vale la pena seguir creyendo, algo que puedo tocar, algo en lo que puedo creer, algo, en lo que puedo seguir y no perderme mientras me consume la niebla de mis pensamientos…

Ese algo soy yo, y valgo más que un instante…

.:DR:L:O:V:E.:.

martes, 11 de noviembre de 2008

fidel

FIDEL
Estaba a unas cuantas cuadras de mi casa, justo en el momento, donde mi cuerpo estaba en automático, de esas que le pongo monedas a mi cabeza como si fuese una rockola, con el único propósito que la música desviara mi cansancio. A lo lejos, de toda expectativa, de toda sorpresa que no conmovía la tragedia que sordeaba a los civiles calcinados en la capital, fue en ese momento, en ese instante de mi vida donde el tiempo no tenia dueño por la noche de luto que guardaban los arboles, donde el pavimento se quedaba callado, y todo apuntaba hacia alguien que salió de la nada de mi pensamiento, y como dos ríos sin cause alguno, se toparon en la vereda…
“Buenas noches”, le respondí, con un gesto poco común que solían hacer la gente educada. Pronto, fue la sinceridad que percibí en su gesto, me había contestado con una sonrisa que en el día completo debió haber mantenido como aliciente al arte de su oficio que el brillo de sus años le había enseñado.
Empezaba aprender a reconocer la trayectoria de los humanos externando un saludo de mano, texturice algo que no estaba en lo cotidiano, algo que no estaba en el esquema de la gente común, algo que, simplemente hablaban sus años de ver crecer a la urbe con el andar de sus pasos, entre calles y avenidas, su nombre, se impregna la alegría que causa el sabor de este arte que con el paso del tiempo me había visto crecer.
“Buenas, joven” con una sonrisa que transpiraba cansancio, me respondió.
Lo identifique por la complexión ermitaña de su cuerpo, no podía ser, no a esta hora de la noche en que nadie sabe de nadie, estaba fuera de servicio, lo mire poco después que agacho su mirada y dar con la sensación que también estaba en automático, pero este no era cualquier piloto, este, sabia por donde caminar, sabia cada paso de silencio que sus tenis y pantalón blanco lograba hacer de mi, esta historia que tiene final en su comienzo y una vida que ni alcanzarían las letras de seguir sus pasos…
(prometo subir su foto)